Todos los críticos contrarios a la corriente de pensamiento de José Mourinho llevan todo el año reprochando un defecto por encima de todos al entrenador portugués: su excesiva recurrencia a buscar excusas en las labores arbitrales y en otros asuntos oscuros como los criterios a la hora de fijar los horarios ligueros.
Sólo faltan cinco partidos para el final de la Liga y el Barça sigue teniendo una diferencia notable (ocho puntos) respecto a su más inmediato perseguidor que no es otro que el Real Madrid, pero lejos de echar cuentas sobre en qué jornada se cantará el más que presumible alirón, en la Ciudad Condal andan consternados tras la final de Copa.
Marcar al Barça siempre había sido una de sus asignaturas pendientes. Consciente de que en esos partidos recaen sobre él más miradas aún de las habituales por aquello del debate con Messi, Cristiano Ronaldo desprende una sensación de hipermotivación ante el equipo de Guardiola, algo que lejos de beneficiarle le hace ser un jugador egoísta.
En el partido del pasado sábado el planteamiento de Mourinho podría beneficiar a su compatriota. Con muchos metros por delante y ante un rival que se veía abocado a defender con pocos jugadores, Ronaldo tenía ante sí un paraíso que no supo disfrutar. En la primera jugada en la que cogió el balón intentó rizar el rizo regateando a cuatro adversarios. Al final, lógicamente. acabó perdiendo el balón.
Un penalti sobre Marcelo le dio la opción al portugués de acabar su particular maleficio ante el Barça. Por su cabeza debió pasar aquel penalti marrado en la ida de las semifinales de la Champions 07-08. Sin embargo, en esta ocasión templó los nervios y ejecutó la pena máxima a la perfección. Ese debería ser el camino a seguir en Mestalla. Lejos de los individualismos, de los detalles estériles y de ese egoísmo que va camino de marginarle definitivamente de sus compañeros y la afición, Ronaldo tiene la oportunidad de demostrar que está al menos a la par con Messi y que todos aquellos que le tildan de celoso y de desaparecer en los partidos importantes están equivocados.
No parece que el Real Madrid llegue en el mejor momento a la final de Copa del Rey ante el Barça, o tal vez sí. Las críticas por el planteamiento del primer 'Clásico' tienen un tanto enrarecido el ambiente en el que se mueve el club blanco, aunque siguiendo el libro de ruta de Mourinho todo responda a una estrategia del portugués para liberar a sus jugadores de la presión.
El primer asalto entre los dos grandes del fútbol español acabó en tablas. El partido decepcionó y el empate parece el resultado más justo a tenor de los méritos de ambos equipos. Sin embargo, algunos que no vieran este primer clásico pueden formarse una idea equivocada, ya que desde algunos sectores se está diciendo poco menos que el Barça jugó un partido perfecto y que el Madrid fue un juguete roto.
En vísperas del que será el primer 'Clásico' que nos espera en 18 días, hemos desayunado con diversas especulaciones en torno a cuáles serán las alineaciones que dispongan Guardiola y Mourinho para la cita liguera de este sábado. Busquets de central, trivote en el centro del campo blanco... parece claro que nadie tiene claro del todo cómo afrontarán los dos técnicos este encuentro.
Tal vez por el desconocimiento de que este mismo club pasó más de treinta años sin levantar una Copa de Europa, o quizás por lo malacostumbrada que está una afición cuya demanda siempre es el éxito, incluso por encima del buen juego, lo cierto es que durante varios años el Madrid parecía obligado a llegar como mínimo a la final de la Copa de Europa.
Durante las últimas temporadas no han parado de llover críticas en torno a las pocas oportunidades que tienen los jugadores de la cantera en el primer equipo del Real Madrid. La llegada de José Mourinho era vista por algunos sectores como un nuevo revés para la factoría blanca, pero el entrenador portugués ha demostrado que sí tiene en cuenta a las jóvenes generaciones de Valdebebas.
El Madrid no da por perdida la Liga o más bien se empeña en prolongar la agonía. El título tiene claro color culé, pero entre que el título acabe en las vitrinas del Camp Nou por méritos azulgranas o por tropiezos blancos hay un gran abismo moral que podría marcar los próximos clásicos.
Los blancos ganaron 0-3, pero algunos se empeñan en querer demostrar que Mourinho salió acongojado a San Mamés. Para los que piensen lo contrario, les dejo una reflexión. El Athletic basa su juego en balones aéreos en busca de Fernando Llorente. Con tres centrales, todos poderosos en el juego aéreo, el Madrid se aseguraba reducir esa vía de peligro: Albiol y Garay en la marca y Pepe actuando unos metros por delante para ejercer casi de escolta y de ayuda en la posible segunda jugada.
Con esa vía anulada y sin Xabi Alonso ni Marcelo, el Madrid dio el balón al Athletic, puede ser que por incapacidad para llevar el peso del juego, pero lo único cierto es que al final el resultado fue que los 'leones' dejaron todas sus miserias al descubierto. Así, con pérdidas de balón y espacios para correr, el Athletic acabó abriendo la puerta del triunfo al Madrid y en ese escenario, como he dicho tantas veces, Kaká se maneja a la perfección. Para muestra, unos pocos minutos de aquella mágica final Liverpool-Milan:
Por eso, habrá que esperar a otros partidos para saber si de verdad Kaká está para grandes citas o para pequeñas empresas. Sin embargo, no deja de ser una buena noticia que estuviera a buen nivel en Bilbao. No es descartable que Mourinho tire del libro de estilo del Inter para superar al Barça como ya hiciera el año pasado. En esa tesitura, con el Barça casi monopolizando la posesión y el Madrid blindado atrás, cobra vital importancia que los jugadores de arriba sean directos. Mucho ojo porque ahí Kaká puede tener su sitio, sobre todo si el partido está a favor de los blancos a falta de pocos minutos. Mourinho ya tiene a su jugador número 12.
Los aficionados madridistas de nuevo cuño llevarían unos años preguntándose para qué servía la sección de baloncesto. Han pasado muchos años desde que el equipo blanco imponía su ley en Europa y tal vez por ello algunos directivos lo han visto como un necesidad un tanto incómoda que ni siquiera genera los ingresos suficientes como reconoció Florentino Pérez en una asamblea reciente.
De punta en blancoes un blog escrito por Francisco Quirós Soriano (Ávila, 1982), responsable de la sección de Deportes del semanario 'Gente'. Esta bitácora pretende ser un punto de encuentro para para los seguidores del Real Madrid y del fútbol en general. Bienvenid@